martes, 20 de marzo de 2012

¿Es esta la sociedad de la vergüenza?

¡Bienvenidos de nuevo!

Hoy ha saltado una noticia de esas que hacen que la rabia te suba desde los pies: resulta que la comunidad de Madrid había calculado mal el déficit... vaya, hombre. Pues sí que es mala suerte que gobernando desde hace tanto en la comunidad se hayan equivocado y les haya pasado lo mismo que recriminaban al PSOE (recordemos que los datos del PSOE fueron escasos a la vista de los resultados, pero que se trabajaba con estimaciones).

El caso es que asistimos una vez más a un nuevo uso electoralista y partidista de las cifras de déficit. Es algo asqueroso. La clase política no tiene decencia ni freno, todo vale con tal de echar mierda de unos a otros, sin importar el hecho de que una desviación del déficit supondrá, gracias a las políticas que ellos mismos nos imponen, un recorte mayor de nuestro estado de bienestar y por tanto una merma en nuestra seguridad y nuestra calidad de vida.

Les vemos hablarnos de sus datos con caras de orgullo y prepotencia, mientras ya desde el momento en que se publican los primeros datos de déficit surgen voces críticas con este resultado. Pero a estos se les critica, se les tilda de que solo quieren menospreciar los buenos resultados. Y ahora salta esta noticia, y da la sensacion de que pasará desapercibida.

Observo con asombro a menudo, con indignación a veces, como esta sociedad traga y traga, sin levantarse, sin luchar, sin exigir responsabilidades.

Los políticos hacen y deshacen a su antojo, utilizan el dinero público como les da la gana, derrochan a menudo, lo usan de manera ilícita y para fines cuestionables más veces de las que serían aceptables para una sociedad democrática. Los políticos olvidan que son gestores del dinero de todos.

En su soberbia, muchos se han creído que el dinero es suyo, que el poder es suyo, que la información es suya. Han olvidado que su deber es gobernar el dinero de todos y que su gestión debe ser pública y transparente. Y el pueblo se ha olvidado de recordárselo, visto lo visto.

Una se cansa de tonterías, como los indultos a condenados. Primero el PSOE indulta a Alfredo Sáez, Consejero Delegado del Santander, que había sido condenado a tres meses de arresto domiciliario e inhabilitación para ejercer su oficio de banquero durante este tiempo por un delito de acusación falsa y denuncia falsa. Ahora el PP hace lo mismo con José Mª Servitge (4 años y 6 meses de prisión) y a Víctor Manuel Lorenzo Acuña (2 años y 3 meses de prisión y reincidente), condenados por malversación de fondos públicos en el llamado “caso Trabajo”. Ambos son políticos, de CIU. ¿Pero no dicen que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial son independientes?¿No dicen que buscan la transparencia y la justicia?¿No condenan la corrupción?

Esta es la realidad con la que debemos convivir día a día: los políticos gestores de nuestro dinero, del dinero de todos y del patrimonio público, que también es de todos, derrochan y malversan con casi total impunidad. La corrupción y la chulería están a la orden del día, la sensación de injusticia se adueña de los ciudadanos, que dejan de creer en la igualdad (algo totalmente lógico) y deciden pasar de todo (algo totalmente incomprensible). Y cuando la Justicia actúa y condena a quienes abusan de su condición o su cargo, aún son indultados.

La rabia me puede con estos temas, porque realmente siento que somos una sociedad estúpida, avergonzante e ignorante. La gente se preocupa de "lo suyo" como si eso no incluyese también los recursos, sistemas y arcas públicas. La corrupción comienza a ser un hecho aceptado por la sociedad, al igual que la injusticia. La gente lo asume y sigue con su vida.

¿Pero qué tipo de sociedad es esta en la que convivimos? ¿Por qué este pasotismo, esta dejadez ante los ataques sistemáticos que estamos sufriendo en conjunto?

Me da vergüenza vivir en esta sociedad, que critica un movimiento como el 15M y ni siquiera saben lo que defienden. Les critican por sus acciones, por sus ropas y por sus pintas, como si fuese más honrado vestir un traje y robar fondos públicos que llevar rastas y hacer una sentada en la calle.

Me da vergüenza cuando veo que las movilizaciones que se están llevando a cabo no son secundadas a día de hoy por millones de personas en todo el país, ¿qué más le hace falta a la gente para levantar el culo del sofá?¿es que no queda claro que nos están engañando, robando, explotando?

Me da vergüenza cuando veo que los políticos corruptos son apoyados una y otra vez por los votantes. ¿Realmente la gente tiene tan poco aprecio por la democracia real exigible?

Me da vergüenza ver a la gente llorar porque su equipo de fútbol pierda un partido o descienda de categoría y no lloran cuando sus derechos son sesgados. Me dan vergüenza ajena las prioridades de muchos, ver que la gente prioriza sus aficiones frente a sus derechos.

Me da vergüenza vivir en una sociedad desinformada a la que no le preocupa ni lo más mínimo esa desinformación. Donde los periódicos no disimulan sus tendencias políticas, y recurren al pseudoperiodismo para atacar al rival.

Me da vergüenza ver que nos tratan como borregos, que desaparezcan CNN+ ó el diario Público, que el Gobierno entrante elimine programas de debate como "59s" mientras que los programas de distracción (si, necesarios, pero en su justa medida) abundan cada vez más. ¿Por qué no hay una sección en los informativos de economía sencilla, algo que nos afecta a todos y en cambio tenemos en todos los informativos de todos los canales una sección de deportes que a menudo solo habla del Barça y del R.Madrid?¿Es esto calidad informativa?¿Son noticias de interés realmente relevantes?

Me da vergüenza vivir en un país donde los dirigentes convocan ruedas de prensa que no admiten preguntas, que se muestran soberbios, que contestan mal a los ciudadanos (como por ejemplo Esperanza Aguirre a una pregunta vía internet de una funcionaria en una entrevista digital. Ni le contestó, simplemente dijo: supongo que eres funcionaria del turno de tarde. Ahí dejó una insinuación: "trabajando y en internet,vaga". Y muchos que la aplauden, sin pensar que los funcionarios también trabajan a turnos, también tienen descansos a mitad de jornada, también pueden estar de baja, ó con permiso de maternidad, o conectados a internet desde el móvil mientras están en el wc.. Una muestra más de la chulería de muchos políticos y de lo absurdos que son muchos ciudadanos).

Me da vergüenza ver lo patéticos que son nuestros políticos, cuando ante cualquier acusación o pregunta incómoda, saltan a la defensiva acusando a cualquiera que se precie de conspiraciones, desprestigio, al grito de que ellos son víctimas. No, señores. Víctimas somos los habitantes de este país que creemos en la Democracia Real y tenemos que vivir con esta mierda que ustedes se han montado para su beneficio. El suyo y el de sus allegados.

Me da vergüenza ver a políticos imponiéndonos moral y austeridad, mientras derrochan NUESTRO dinero público en SUS privilegios.

Me da vergüenza que personas que cobran varios sueldos se permitan el lujo de hablarnos de "vivir por encima de nuestras posibilidades". Y más vergüenza que la gente lo repita como loros, sin pararse a pensar si es cierto.

Me da vergüenza ver como los políticos del PP y del PSOE mantienen un rifirrafe contínuo, que se traduce en división social perpetua. Pero si tienen que aliarse para gobernar, lo hacen, y si tienen que aliarse para cambiar la Constitución en favor de bancos y acreedores, lo hacen. Y lo mismo ante críticas a sus derechos. Es decir, que se han montado un teatrillo que la gente se cree y defiende, en lugar de mandarles con viento fresco a otro lado. Un teatrillo que no es más que una cortina de humo para seguir haciendo lo que les da la gana por detrás: pactos, recortes de lo nuestro, malversaciones, indultos.


Y me da vergüenza que la gente consienta esto. Que nos tengamos tan poco aprecio como individuos. Que nos preocupe tanto divertirnos y distraernos y tan poco lo que realmente es importante. Que consintamos este abuso, porque nos han convencido de que no hay solución. Que hayamos olvidado que los de abajo nunca hemos conseguido nada sin luchar por ello.

Hasta ahora he pensado que debemos procurar informar a quien está desinformado, al menos alertar de que las cosas no necesariamente son como el telediario las cuenta. Pero ¿qué hacemos con aquellos que parecen no interesarse por todo lo que ocurre?. ¿Es que a la gente hay que convencerla de la gravedad que tiene lo que estamos viviendo?. ¿Es que hay que entrar en cada mente y convencer de que las aficiones son necesarias pero hay cosas que son más importantes? ¿Por qué tenemos que hacer más atractiva la política y la economía para atraer la atención de las personas? ¿no es esto algo bochornoso, no dice mucho de cómo somos como sociedad? Soy partidaria de que la Economía y la política se traten desde los medios de manera más clara y más comprensible, porque creo que la forma en que se trata hoy en día solo busca alejar a las personas de esa información que no comprenden. Pero una cosa es eso, y otra tener que ir convenciendo a las personas de que dejen de buscar distracciones vacías y luchen por lo suyo...

Somos una sociedad con cada vez menos valores, con la lengua muy larga para criticar a quienes alzan la voz, y el culo muy pesado como para levantarlo del sofá, con menor conciencia de todo, menos realistas. Todos aspiramos a pegar el gran pelotazo, a vivir como ricos, sin darnos cuenta de que lo más posible es que seamos obreros toda la vida y es más importante defendernos de los ataques de esa élite, que soñar con pertenecer a ella.

Pensamos mucho en nuestros problemas y poco en las causas reales que los provocan.¿Por qué cada vez el dinero nos llega para menos?¿Por qué cada vez cuesta más dinero y tiempo pagar una vivienda?¿Quién consiente y a quien beneficia esto?

Tengo la sensación de que la mayoría de personas de este país directamente prefieren no pensar y disfrutan criticando a quien sí lo hace. División, menosprecio y crispación a la orden del día. Esto me produce un sentimiento muy profundo de indignación, de mala leche y de bochorno.

Porque una sociedad así está destinada al fracaso, a vivir en un sistema de opresión y de injusticia, a ser degradados como individuos cada vez más. Una sociedad así genera personas infelices,  amargadas, frustradas. Una sociedad así, es una sociedad esclava.

Y no se trata de culpabilizar 100% a los ciudadanos, porque esta sociedad fue diseñada para ser así hace mucho. Hoy asistimos a la realización del proyecto neoliberal. Sin embargo, los ciudadanos deben dar a las cosas la importancia que tienen y creo que no lo están haciendo. La desinformación no es culpa del ciudadano, pero la desidia, el egoísmo, la crispación y el pasotismo sí lo son.

Quizás hoy esté exagerando. Quizás me equivoque y esto no sea así. Quizás mucha gente esté indignada, pero simplemente no saben como canalizar su rabia. Espero que esto sea así, porque si realmente la sociedad es como en estos momentos siento que es, no quedará más remedio que emigrar a un lugar donde la gente se respete a sí misma y a su democracia, tenga claro que el bienestar del prójimo es necesario para conseguir el propio y sea capaz de poner a quienes abusen de su posición en su sitio: ya sean empresarios, trabajadores, políticos, banqueros ó familia real con el Rey al completo.

Se están riendo de nosotros a la cara: los políticos, los banqueros, los empresarios, los mercados, los especuladores. Y nosotros agachamos la cabeza y les dejamos seguir. ¿Hasta cuando?¿cuándo recuperaremos de una vez nuestro orgullo? Otra de las grandes cuestiones de la época...

Un saludo

2 comentarios:

  1. Leo en la prensa los últimos casos de estas "cosillas" y leo, asombrado, he de reconocerlo, la noticia de que Matas no ingresará en prisión.

    Sólo presto una atención muy por encima a estas noticias. Es verdad. No entro en sus tripas, en sus detalles más choriceros o más escatológicos, como prefieras. Ese poquillo me vale para formarme una idea de que sus desmanes los pagamos todos, y que sus asquerosos privilegios, aunque ya caducados, les valen para seguir viviendo de maravilla y no entrar en prisión.

    No creo en aquello de tomarse la justicia por tu mano, pero si pienso en aquellos que son tirados a la calle como perros al ser despedidos de su trabajo o no poder pagar la hipoteca, o que viven en el sufrimiento por no recibir las ayudas a la dependencia, se puede llegar a entender la deseperación y la rabia que pasan por la cabeza de muchos. Cada vez más.

    Yo, por ahora, prefiero que triunfe el Estado de derecho. Pero no me lo fiéis tan largo...

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  2. A mi me parece que esto cada vez se va a ir poniendo más violento. La falta de humildad y la chulería de muchos roza lo indigno. Y son nuestros representantes, los que viven a nuestra costa.

    Cada vez estoy más convencida de que esto solo se arreglará mediante lucha, porque con la que está cayendo, no es normal la impunidad que les rodea.

    Esperemos que consigamos derrocar un sistema de forma pacífica por primera vez.

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