viernes, 9 de marzo de 2012

Empieza la caída

Hola a tod@s,

esta semana empezó con muy mal pie, y todo indica que vamos a peor: Grecia una vez más.

El desastre financiero se avecina, Grecia ha hecho saltar las alarmas del mundo. Todas las bolsas caen fuertemente, incluída Wall Street. La segunda ola del tsunami, después de la quiebra de Lehman Brothers, está llegando.

Esto se veía venir, no es ninguna sorpresa. A ver, que yo no tengo conocimientos financieros ni mucho menos, vaya esto por delante. Pero aplico mi lógica: 
  • si un país debe cada vez más dinero a cada vez más interés, ¿cómo va a dejar de deberlo? 
  • si se aniquilan las posibilidades de consumo de gran parte de su población ¿cómo va a seguir la economía adelante?
  • si se privatizan sus recursos públicos, que pasan a estar en manos de intereses extranjeros... ¿no estás quedándote con parte de sus ingresos? 
  • si asfixias a un país a base de cobrarle intereses, ¿no estás obligando a que ese país "solo" tenga dinero para pagar a los bancos, recortando de todo lo demás?
  • si a esto añadimos que se les perdona parte de la deuda para concederles más deuda (previa aplicación de recortes brutales), ¿a alguien le queda alguna duda de que el problema no es la deuda?
A mi no me queda ninguna.

Grecia representa el final del euro. El fin de una era me atrevería a decir. Creo que cuanto antes "reviente" mejor para todos, en especial para los griegos. Pero para ello, deberán tener alguien que les guíe en medio de la tormenta que supondrá su salida del euro: sino lo más probable es que naufraguen.

Hemos asistido a un "todo vale" con tal de mantener el negocio de unos bancos que le han chupado la sangre a la democracia griega hasta matarla y que después han seguido hasta que apenas quedan unas gotas de sangre en el cadáver.Y lo han hecho gracias a nuestro dinero, el de todos los europeos.

En Europa, ha primado el rescate a una banca privada que ha especulado sin control y se ha quedado en bragas tras descubrirse que las inversiones no valían nada, antes que el bienestar de un pueblo, de cualquier pueblo. Esto no debería permitirse en ningún caso. Y lo que me extraña es la pasividad de la gente, de la población. ¿Han aplicado la Doctrina del Shock hasta tenernos tan amedrentados que no reaccionamos?¿Estamos tan desinformados que nos creemos cualquier cosa en lugar de tener espíritu crítico?¿O realmente lo único que nos interesa es lo nuestro, y mientras no nos asfixien del todo no nos preocuparemos? Empiezo a pensar que este último es el mayor problema de España.

Alemania se ha erigido en líder vampírico, no ha querido frenar esta sangría y es el principal instigador de que uno de los principios de funcionamiento del BCE sea no inyectar dinero a países directamente. Qué curioso, ¿verdad? Si el BCE hubiese prestado dinero a Grecia al mismo interés que se lo ha prestado a los bancos... ¿cuánto se habría ahorrado el país heleno? Mucho. Mucho dinero que hubiese servido para evitar los recortes de derechos tan bestiales. En cambio,¿cuánto habrían perdido las grandes empresas y corporaciones bancarias alemanas? He aquí la gran pregunta.

Porque al final todo se reduce a lo mismo: mientras quede un duro en una Grecia gobernada por tecnócratas, ese duro será para alguien. Y no precisamente para el pueblo. Y probablemente tampoco para un griego.

Y cuando Grecia caiga, buscarán a otra víctima a la que chuparle la sangre. Por el camino que lleva nuestra prima de riesgo, tenemos pinta de ser los siguientes. Yo pensaba que sería Italia, pero ahora no se, lo dudo.

El caso es que queda claro que en esto del Euro hay países ganadores y países perdedores. En el blog de Cristina del Río, al que podéis acceder desde aquí, viene una información muy buena además de un genial análisis que os recomiendo leer.

Básicamente lo que viene a decir Cristina es:
  • España tiene que colaborar con 15.000 millones de € al rescate de Grecia. 
  • Este dinero es un dinero con el que dejamos de contar, por supuesto. (esto = RECORTES).
  • Los bancos españoles ante una quiebra de Grecia, dejarían de percibir 140 millones de €. Las bancas francesa y alemana, 60.000 millones.
 Bien, ruego que me corrijan si me equivoco pero... ¿no quiere esto decir que nos toca pagar de nuestro dinero público el negocio de la banca privada de Francia y Alemania?

Mientras todo esto sucede, la población está expuesta a una manipulación asquerosa. En Alemania la opinión generalizada es que Grecia es un país de vagos y maleantes a los que ellos tienen que rescatar... irónico ¿no? No sé por qué me da que los alemanes están reviviendo su propia historia. El sueño imperialista de unos pocos y la ceguera de muchos. Me huele a lo mismo.

Claro que amañaron las cuentas para entrar en la UE. Ante la mirada de una probablemente conocedora Alemania, muy interesada en que Grecia entrase (por supuesto, no por caridad). Y con el consejo del banco Goldman Sachs, ahí es nada.

Claro que hay corrupción, una vez más muestra de una clase política patética.

Y claro que al final paga el pato quien menos culpa tiene.

Toda esta farsa debería desmontarse por completo. Los ciudadanos deberíamos exigir responsabilidades ante la masacre y el atentado contra nuestros derechos. El euro es un negocio con beneficio privado en el que nos han metido a todos de cabeza, vendiéndonoslo como la panacea.

Lo que me da miedo es que no parece que vayamos a tener un final fácil: la mayoría de la gente no se plantea esto, o no lo hará hasta que le afecte de lleno; los políticos son demasiado orgullosos como para dar marcha atrás en este proyecto, aunque eso suponga lo que estamos viendo en Grecia; los intereses económicos tienen unos tentáculos demaisado largos, que nadie parece tener ganas, interés o narices de cortar; en Europa y EEUU NADIE ha pagado por esta ESTAFA y la gente no parece tener intención de exigir justicia.

Una vez más, Islandia es el espejo en el que mirarse. Por supuesto que la situación de cada país es diferente, pero algo en lo que deberíamos ser iguales es en la capacidad del pueblo de informarse y salir a pedir lo que quieren. Consiguieron imponer su voluntad. ¿Por qué los demás no vamos a ser capaces?

Hay que dejarse de resignación y de pasotismo. Hay que dejar de creer lo que nos cuentan los políticos: nos están mintiendo. Hay que vencer el miedo a la palabra crisis: la han creado para reducirnos. Hay que exigir que la democracia sea lo que debe ser, que prime el bienestar general y que los estados cumplan con su función original: garantizar los derechos fundamentales del pueblo. El pueblo SOBERANO.

Nos toman por gilipollas cuando somos la base de la Democracia. No se puede permitir.

Un saludo

2 comentarios:

  1. Hasta que la sociedad mayoritariamente no tenga un discurso unitario y sólido sin cortapisas, lleno de contenido y pedagogía, de alternativas, donde el político sienta una fuerte responsabilidad sino realiza lo que le exige la ciudadanía,hasta que nuestro poder como sociedad no sea capaz de acabar con los discursos vacios como " esto nos acerca a europa" sin mas recorrido, sin ejemplos, sin explicaciones, sin alternativa, como decir cómete esta mierda que en europa sienta muy bien y además te limpia; hasta que nuestra voz deje de parecerse a contertulios de televisión que evitan los granos de las cuestiones y se enzarzan en discusiones alejadas de la realidad como quien intenta regar una margarita desde un avión, seguiremos en la era de la vaselina,y de vez en cuando pegando un grito al televisor.

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  2. Las alternativas existen. Ya se ha escrito en este blog del libro HAY ALTERNATIVAS, que sin ser revolucionarias, son perfectamente asumibles por partidos de todos los colores, excepto el ala dura neoliberal del PP. Mi opinión es que de aplicar estas políticas a nivel europeo, sería un muy buen inicio. Por lo menos para salir de la crisis y darnos unos años de margen para cambiar en profundidad las estructuras económicas.

    Sólo la presión social, que no vendrá porque queramos que venga sino cuando haya un número suficiente de ciudadanos que estén en el límite, empujará a sectores inamovibles del capitalismo a "cambiar para poder continuar". De esa presión tendrá que surgir una organización que sea capaz de dirigir y liderar una respuesta coherente y unitaria, a la pérdida de nuestros derechos. Porque frenar esta pérdida y recuperar derechos es sólo un primer paso. Que no se vuelva a repetir este capitalismo del desastre (gracias, Naomi Klein por "La Doctrina del Shock"), es la tarea siguiente: sustituir el sistema capitalista por un sistema socialista, sin miedo, sin mitos, con determinación.

    Y contribuir, como lo hacéis en este y otros blogs, a la discusión y a la información es parte fundamental, contrarrestando la propaganda goebbeliana del régimen que tiene asfixiada a la población, anulando su espíritu crítico y sumiéndola en un sueño de individualismo y de inevitabilidad.


    Me atrevo a pegar esta poesía (bueno, a mí me parece poesía), del blog de Silvia Delgado,
    SI VIS PACEM, al que suelo echar una mirada de vez en cuando. Un torbellino de ideas y sentimientos inevitables. http://silviadelgadofuentes.blogspot.com/2012/03/el-miedo.html

    EL MIEDO
    Cuando el miedo anda al acecho, cuando sus belfos ardientes se detienen en un corazón o en un pueblo, diezma la vida.
    La paraliza
    La domestica.
    La somete a la tortura de una existencia de rodillas.
    Y no hay soledad más inmensa.
    Y no hay dolor tan invisible.
    Y no hay dignidad más derrotada que la que hace temblar la conciencia.
    A veces me pregunto dónde están los espejos que nos muestran el pánico con el que existimos.
    Dónde se proyecta la imagen objetiva del terror que día a día se incrusta hasta el tuétano para dejar bien atado el silencio y que muramos deprisa o sepultados en la indiferencia.
    Conocemos el espanto desde antiguo, lo hemos visto crecer arañando el presente con armas o palabras, con golpes o detenciones, con mordazas o pobreza o desahucios o enfermedades, lo hemos visto colarse por las rendijas de una esperanza que, malnutrida, apenas puede alzar la voz.
    Pero, por suerte, el miedo, tan bestia y a la vez tan iletrado, nos deja unas migajas de fuerza para destrenzar las venas del corazón o de los pueblos y que fluya por ellas la simple y rebelde palabra que dice ¡basta!

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