lunes, 16 de abril de 2012

Los privilegios del Rey

Hola amig@s,

este es el tema del momento. El Rey y sus aficiones. El Rey y sus privilegios.

Como todos sabréis, el Rey ha tenido un accidente en Botswana en el que se ha roto la cadera. El por qué se encontraba en ese país está sin confirmar, aunque el rumor apunta a que se encontraba de caza, más concretamente, cazando elefantes. La versión oficial habla de un viaje privado, sin más.

Somos muchos los ciudadanos a quienes ha irritado esta noticia.

La afición a la caza mayor es una de las aficiones del Rey que muchos estamos descubriendo ahora. Sabemos que le gusta la vela ó el esquí, por ejemplo. Son numerosas las veces que le hemos visto como representante del Estado en competiciones oficiales, o dejándose fotografiar durante sus vacaciones. Sin embargo, no es este el caso.

La página web de Rann Safaris, una empresa que organiza Safaris en Botswana, mostraba una galería de fotos de personas posando con sus armas al lado de los animales que acababan de asesinar por diversión. En dos de esas fotos, es Juan Carlos I el que aparece. Con un elefante y dos búfalos. Y digo mostraba porque la web ha sido cerrada con posterioridad a que la noticia saltase a la opinión pública. Afortunadamente, tenemos las fotos.



Según parece las imágenes pertenecen a un viaje del Rey en 2006.

La propia empresa mostraba en su web los precios de los safaris: 59500 dólares por un safari de 14 días para cazar elefantes. Es decir: 45,536.66 €.

Aquí una captura de la web (antes de ser clausurada) en la que podéis ver los precios.

Todo este tema me genera un sentimiento de indignación que no puedo reprimir. Son muchas las preguntas que se me plantean...

¿Hasta cuándo seguiremos sosteniendo la privilegiada vida de unas personas que no hemos elegido como representantes?

¿Es correcto que el Jefe del Estado invierta su dinero (aún nos queda saber exactamente de dónde sale el dinero, aunque vamos a presuponer que se lo paga de su bolsillo...) en esta afición y en estos momentos?

Según ha confirmado la Casa Real, el rey aceptó una invitación para este viaje, al que acudió acompañado por importantes empresarios españoles. ¿Es habitual que el Rey de forma privada realice este tipo de viajes?¿Quién le invita?¿Quiénes son esos empresarios?

¿Dónde establecemos el límite entre ámbito público y privado en el caso del Jefe del Estado? ¿No es acaso de interés general en qué gasta el Rey su dinero, ya que sus ingresos proceden de nuestros impuestos? ¿Debemos suponer que estos importantes empresarios son casualmente los amigos íntimos del Rey?

¿Es coherente que una persona que ostenta el título de presidente de honor de la ONG WWF, que lucha por la defensa de los animales, tenga como afición cazar animales en peligro de extinción?

Que todo esto haya ocurrido precisamente la semana en que se cumple el 81 aniversario de la segunda República, no hace más que incrementar la ironía del asunto.

Nos han vendido siempre la figura del Rey como un auténtico luchador por la Democracia, un hombre campechano, un hombre de paz. Pero esta imagen cambia a pasos agigantados.
Tenemos a un señor que supuestamente ha hecho más que nadie por la Democracia de este país, pese a ser puesto como sucesor por un dictador. La verdad es que eso ya pinta mal.

Un señor que jamás ha puesto su cargo a disposición del pueblo, solicitando un referéndum para conocer si el pueblo desea que ejerza como Jefe de Estado o no, cercenando ya de por sí la Democracia en sentido estricto, al imponerse a sí mismo sin importarle la opinión del pueblo soberano. Y por cierto, es él quien debe convocar referéndums (artículo 62.c de nuestra Constitución).

Un señor cuya figura está por encima de la Ley. Según nuestra propia Constitución (que él avaló). Veamos algunos puntos.

1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado Español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las Leyes.
3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65,2. (aquí tenéis por qué digo que está por encima de la Ley)

Parece que lo de ser símbolo de la unidad del Estado, le está quedando un poquito grande...

1. Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del Presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el Presidente del Congreso.
2. De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden.

¿Esto incluye todos sus actos? No veo que hable de vida privada en ningún caso...

En fin, creo que todas las noticias que se han ido sucediendo en torno a la Casa Real últimamente han ido calando en la sociedad, generando en muchos esa gran pregunta. ¿Para qué sirve la Monarquía?

Vemos como mantenemos a una familia que vive mejor de lo que muchos ni siquiera podremos soñar, y aún no entendemos por qué debemos hacerlo si no lo hemos elegido. ¿Por qué tenemos que sostener el elevado tren de vida de una persona (familia o institución) impuesta por un dictador?

Muchos nos preguntamos para qué sirve exactamente la figura del Rey. Muchos dudamos de a quién beneficia. ¿Qué importancia tienen para los ciudadanos los actos que preside el Rey ó la Familia Real?

Vemos como nuestros derechos fundamentales sufren recortes que conllevan muertes mientras que el presupuesto de la Casa Real se recorta en un mísero 2%. ¡¡Y nos hablan de recortes justos y equitativos!!

Vemos como la hija del Rey está siendo tratada por la Justicia con una especial deferencia, cosa que sabemos que no ocurriría con ciudadanos del montón. ¿Es que por extensión toda la familia está por encima de la Ley?

Este incidente quizás no causaría tanta polémica en otra época, pero también puede que sea una oportunidad perfecta para que la sociedad en su conjunto reflexione sobre las ventajas y desventajas de la Monarquía.

En mi opinión, es el momento perfecto para que los ciudadanos podamos opinar sobre nuestro sistema.

Es el momento perfecto para la convocatoria de un referéndum que trate un tema que arrastramos desde hace largo tiempo: ¿queremos Monarquía ó República?

Yo tengo clara mi opción...

Saludos

2 comentarios:

  1. La figura del Rey, la mera existencia de las monarquías, son ya anacronismos históricos. No tienen razón de ser, quedando relegados a una especie de embajador "cultural" de las viejas potencias que un día fueron imperiales.

    Su papel es sustituido por la figura de Presidente de la República como representante de un país, excepto en las Repúblicas presidencialistas, tipo Sarkozy en Francia.

    De hecho ya no es como antes. Hoy, "el Rey reina pero no gobierna". ¿Su coste? Bueno, intuyo que no debe ser muy distinto de un Presidente de República con el mismo perfil y mandatos constitucionales.

    Que la Constitución ha de ser reformada en el sentido de atribuirle responsabilidad por sus actos, sí. Que la familia real ha de buscarse las lentejas sin subvenciones, sí.

    Pero plantear ahora, el dilema Monarquía-República como centro de la acción política, creo que sería un gran error. La República llegará como una fruta madura, ya vemos que los Borbones ponen de su parte. Los cambios que necesitamos en los múltiples frentes abiertos, no deberían distraernos con estas cosillas.

    Salud y República.

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    1. Hola Gabi!!

      en este caso soy de la opinión de que ya que nos metemos a reformar la casa, ¡hagámoslo todo de golpe!

      No se, mi opinión es que es el momento de redefinir el sistema en todos los aspectos que la mayoría decida que es necesario redefinir.

      No es que este sea el más grave de nuestros problemas, pero ya que está de moda la austeridad, este es un coste muy interesante a ahorrarnos y así tendremos para otras cosas.

      ¡Saludos!

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