lunes, 17 de junio de 2013

¿Y ahora qué?

Bienvenidos

Empecé este blog como parte de un proceso de aprendizaje, una especie de "diario" de temas que leía, veía, compartía, y que me llamaban la atención, me conmovían, me escandalizaban, me cabreaban. Todas esas cosas han conseguido que no piense ni actúe de la misma manera, desde luego que he aprendido, pero lamentablemente la mayoría de cosas que he aprendido han sido malas.

Leyendo uno se da cuenta de que esta crisis no es tal, es más bien la guinda del pastel que lleva muchos años cocinándose. No es una crisis, es una consecuencia de muchas medidas tomadas en el mundo durante muchos años. La gravedad que están tomando los acontecimientos no debería ser una sorpresa, ha pasado antes: los mismos consejos aplicados en otros países han tenido consecuencias nefastas. Pero la historia se olvida, se ignora, no se lee. El hombre es el único animal que tropieza mil veces en la misma piedra: los magnates una y otra vez quieren ser más ricos, los obreros una y otra vez quieren vivir la ilusión de ser clase media. Pero en el fondo, el mundo es una sociedad de castas, de las que es muy complicado salir.

Aún me sorprende la cantidad de gente que cree que esta crisis pasará, y que llama negativos a quienes pensamos lo contrario, en mi opinión, los realistas, pues la historia nos muestra lo que está por venir. Pero la mayoría no quiere verlo. Y mientras una minoría protesta, la mayoría permanece ciega y sorda, poniendo excusas a las manifestaciones y cagándose en los políticos y en los sindicatos. Y el tiempo pasa, y los derechos se pierden. ¿Quién nos va a devolver todo lo que hemos perdido? En mi opinión, nadie puede hacerlo. Y cada día se perderá más y más.

Tengo trabajo. Y sinceramente, siempre tuve la esperanza de poder capear el temporal, pues parecía algo bastante seguro. Pero parece ser que no será así, que esto se acaba y en unos meses seré un número más en  las estadísticas que nos amargan la vida y nos hunden como país. ¿Y entonces qué? Pienso y pienso cómo salir de esto. Cómo prepara uno un nuevo rumbo. Y no lo sé.

Hay quien dice que esto es una oportunidad, y quizás tengan razón, pero no lo veo. Se supone que es el momento de reciclarte; tienes dos opciones: ser lo que te gustaría ser y buscar algo que tenga salida. Y no veo ni la una ni la otra. La segunda porque ¿qué tiene salida en este país? Parece que las fronteras, la verdad. La primera es más complicada.

Decidir qué es lo que quieres realmente hacer. Miro y leo y veo a mucha gente que consiguió hacer de su pasión su profesión, que le ha echado narices y ha luchado por sus sueños y que tiene cada mañana la ilusión de ser mejor en su trabajo porque le encanta, y eso se transmite, y eso te trae el éxito a nivel personal. Pero ¿qué pasa cuando uno no tiene esa ilusión? ¿qué pasa cuando uno ha invertido su tiempo en formarse en algo pensando que tendría salida y por ello no ha dedicado tiempo a cultivar una pasión que pueda acabar desarrollando como profesión?¿qué pasa cuando aquello en lo que has invertido tu tiempo, tu formación, finalmente no tiene futuro? La mayor cagada ha sido dedicarme a especializarme en algo que a día de hoy no tiene futuro. Siempre pensé que la especialización era la clave, pero está claro que me he equivocado.
Así que ahora, con la casi certeza de que en un tiempo perderé mi empleo, estoy más perdida que nunca. 

Supongo que no soy la única que se siente así. Cuando uno se plantea su futuro en una dirección y de repente todo cambia, hay personas que aprovechan el cambio y otras que se quedan perdidas. Envidio a las primeras, son las que conseguirán capear el temporal.

Los demás nos sumergiremos en un mar de dudas en la que la pregunta constante será ¿y ahora qué? Si alguien tiene la respuesta, que la diga.

Un saludo

2 comentarios:

  1. Yo creo que no, que lo que has aprendido no son cosas malas. Sólo has descubierto los mecanismos de funcionamiento de una sociedad que se transforma tan rápido, a una velocidad tal, que no deja resquicio para que el cerebro, el corazón, la esencia humana, se adapte a un ritmo de relaciones contaminadas por el interés mercantilista y una cultura utilitarista: si no obtengo algo a cambio, ya no me vales.
    Y claro, esa falta de adaptación de casi me atrevo a decir de todos, produce monstruos, que vemos todos los días a nuestro alrededor, también en los circulos más próximos.
    Y eso duele.

    Tu mérito es haberte mantenido despierta, indagar en lo que hay. Y en lo que hay detrás de lo que hay. Y eso tiene un precio, que sólo las personas inteligentes, intuitivas y con un corazón generoso, son capaces de entender... y de pagar.
    A mí no me cabe duda de que ciertas personas, alguna conocí, "no tienen remedio": la excepcionalidad les acompañará toda su vida. Nunca hubo tanta necesidad de esas personas y a la vez tanta escasez.
    Que la gente no vea lo que no quiere ver, no debe preocuparnos, por lo menos a nivel personal; la realidad ya pondrá a cada uno en el ángulo de visión adecuado.

    No quiero soltarte un rollo filosófico, ni político, ni sentimentaloide.
    Es terrible, y cualquier cosa que diga iba a sonar forzada, la posibilidad de perder el trabajo.
    El cambio de rumbo, la frase socorrida de "es una nueva oportunidad", la pasión de hacer lo que uno quiere..., bueno, no dejan de ser palabras rutinarias y huecas que es obligado decir, pero en las que yo por lo menos hace mucho que dejé de creer.

    Quizás tu idea de la vida, como la de muchos de nosotros, es simple. No necesitamos de grandes cosas para poder vivir. Daríamos todo por trabajar en provecho y para bien de todos, con nuestras necesidades materiales cubiertas y las espirituales satisfechas por las personas a las que queremos y apreciamos, por una humanidad solidaria y en paz sin el veneno inoculado por siglos de despotismo.

    Nos niegan la paz que buscamos. Nos mareamos en la centrifugadora donde nos han metido.
    ¿Y ahora qué? Eso nos preguntamos todos. Tú sólo te has adelantado.

    No busques la respuesta. Acudirá sin necesidad de convocarla.
    Al fín y al cabo seguimos siendo humanos.

    En esa espera, sigue siendo tú.
    Así te queremos.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, se agradecen palabras de ánimo sinceras como estas. Un abrazo.

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