sábado, 6 de octubre de 2012

Al sur de la frontera

Hola amig@s,

hoy he tenido el placer de ver el documental "Al sur de la frontera" del cineasta estadounidense Oliver Stone. De nuevo se abre ante mí el abismo de una certeza descorazonadora: que nos han cercenado el derecho a la información. Recomiendo encarecidamente que lo veáis si tenéis un rato:

 

Jamás había escuchado a Hugo Chávez en un discurso, más allá de los típicos momentos que protagoniza cuando suelta sus habituales "perlas". Esto hace que mi desconocimiento acerca de la situación de Venezuela fuese absoluto, que mi idea sobre el presidente Chávez se limitase a la de "este está loco".

Jamás me había planteado qué es lo que le hacía echar pestes de esa manera sobre Bush y EEUU. Y quizás no lo hubiese hecho de no ser por mi creciente animadversión hacia la política exterior de EEUU, la actual y la histórica, que se hace mayor cuanto más leo. Porque una vez que sales de la versión oficial, de esa que nos dice que EEUU es un país próspero y demócrata, una vez que te das cuenta de que EEUU es la tierra de los sueños y no de las realidades, una vez abres los ojos y ves que la mayoría es pura propaganda, todo cambia.

EEUU ha extendido por el mundo una campaña de intoxicación masiva, que señala como enemigos a todos aquellos que se revelan contra sus intereses. Poco importa que lo que a EEUU le interese sea expropiar a una nación, quedarse con sus riquezas naturales por cuatro duros (osea, robar a los ciudadanos de un país descaradamente) o plantar un resort en el Amazonas. Lo único que importa es que fulanito no nos lame el culo. Y entonces empieza la campaña contra fulanito.

Casualmente el mundo está plagado de enemigos de EEUU, todos ellos son malos, muy malos. Y todos ellos son potenciales terroristas y un peligro para el mundo. Casualmente todos ellos son los líderes de países que tienen cositas que EEUU quiere: petróleo, gas,... Y todos entran en el mismo saco, ya sea un dictador, un presidente elegido por su pueblo...  ¿A quién le importa respetar la soberanía de un pueblo cuando lo que está en juego es que cuatro empresas estadounidenses saquen tajada?

Es algo tan descarado, tan evidente, tan asqueroso, que me deja perpleja que la mayoría de nosotros nunca nos hayamos parado a pensarlo.

Sadam era malo. Gadafi también. Durante años fueron amigos, pero de repente, con Bush en la Casa Blanca, se volvieron malísimos y potenciales terroristas.

Irán es un peligro porque tiene armas nucleares-dice el presidente de un país que utilizó bombas atómicas contra población inocente que aún sufre las consecuencias. Y se queda tan tranquilo.

Israel es un estado amigo. Masacra a un pueblo en un genocidio similar al exterminio judío por parte de Hitler, pero como es un estado amigo, ¿a quién le importa Palestina?

EEUU es un país corporativista, que se disfraza de capitalista para señalar al comunismo como enemigo del mundo. Ha cometido crímenes terrible, torturado inocentes, derrocado gobiernos, creado guerras por puro interés. Pese a ello, se empeña en tapar sus crímenes que continúan hoy mismo, y señala todo el tiempo los horrores del comunismo. Y lo peor es que el mensaje cala hondo.

Latinoamérica ha sido el objetivo de EEUU durante mucho tiempo. Territorio rico en combustibles naturales, vivió una etapa que giró hacia el socialismo, hacia los modelos de estado que promovían la erradicación de la pobreza, combatir la desigualdad, nacionalizando las riquezas que estaban en manos extranjeras. Esto, por supuesto, puso en peligro los intereses de las multinacionales estadounidenses, que estaban muy cómodas expropiando a los pueblos latinoamericanos.

Por ello, EEUU inició un programa de "reconquista" de posiciones, algo muy a largo plazo, que comenzó financiando el intercambio de estudiantes latinoamericanos, ofreciendo becas (la compañía FORD era una de las principales inversoras). Principalmente la Universidad de Chicago, con Milton Friedman a la cabeza (un economista de los más importantes del siglo pasado, refundador del capitalismo y que se ha convertido en el mentor de muchos políticos y economistas). A través del intercambio, se consiguió crear una nueva generación de economistas liberales (neoliberales) que defendían el no intervencionismos del estado, el capitalismo, y la idea de que "los mercados se regulan solos". Esos fueron los asesores de los nuevos gobiernos que fueron formándose en latinoamérica, muchos tras acceder al poder mediante golpes de estado: Uruguay, Chile, Argentina. Los alumnos de Friedman ocuparon importantes cargos en esos países, también en Brasil e Indonesia.

La CIA está relacionada con alentar golpes de estado en medio mundo. Una vez se derrocaba al gobierno, el nuevo comenzaba a aplicar las medidas neoliberales recomendadas por Friedman y sus alumnos. Se privatizaban empresas públicas, se reducía la intervención del estado (por ejemplo eliminando el control de precios y salarios, los programas de distribución de alimentos en escuelas, privatizando servicios públicos...). Paro, pobreza, desigualdad e imposibilidad de las familias de asumir el coste de la vida, fueron la consecuencia de aquellas políticas. Según Friedman esto tenía que ser así, para un nuevo resurgimiento de la economía. Ese que nunca llegó.

Después de años de aplicar semejantes ideas, la situación en latinoamérica era dramática. Países arrodillados ante el FMI, debido a la deuda inmensa que acumulaban. Emigración masiva. Paralización económica. Priorización de los intereses extranjeros, que por cierto se dieron un botín.

Todo lo que les sucedió a ellos, nos está empezando a suceder a nosotros.

Es por ello que considero de vital importancia que dediquemos tiempo a analizar la historia de América Latina, porque la Europa Latina sigue su curso. Allí emplearon dictaduras para imponer sus políticas. Aquí están empleando la crisis. Necesitan una excusa, porque sino el pueblo no traga. Porque lo que pretenden es crear algo que no funciona, sus medidas no traen recuperación económica, sino desigualdad en el reparto de la riqueza: por eso entre los poderosos son tan populares, por eso nos las venden como algo necesario. TODO ES MENTIRA. Nos llevan a un retroceso del que nos costará recuperarnos. Como la gente no aprenda esto pronto, la sangría continuarán. Y el pueblo se desangrará en Europa Latina, para que unos pocos vampiros se sacien hasta reventar.

Saludos

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