Hola amig@s,
estos días he leído otra de esas
noticias que te hacen sentir que nada puede frenar el poder de la élite.
La chulería, la desvergüenza es tal, que de vez en cuando alguno se
sale del tiesto, olvidándose de algunas normas no escritas como lo de
"parecer honrado" o ser "políticamente correcto".
El último en dar la campanada ha sido un jefe comercial de la multinacional Glencore International AG. Recapitulemos.
es una compañía privada creada bajo las leyes de Suiza es líder mundial en la explotación, fundición, refinación,
procesamiento y el comercio de metales y minerales, también de productos de energía
y es la
El entorno es el adecuado. Precios elevados, alta volatilidad, una gran dislocación económica, rigidez y muchas oportunidades de arbitraje. Seremos capaces de proporcionar soluciones al mundo... lo cual también será bueno para Glencore
El entorno es el adecuado. Precios elevados, alta volatilidad, una gran dislocación económica, rigidez y muchas oportunidades de arbitraje. Seremos capaces de proporcionar soluciones al mundo... lo cual también será bueno para Glencore
La economista sénior de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Concepción Calpe, indicó a The Independent: "Las empresas privadas
como Glencore están jugando a un juego que les podría otorgar enormes
beneficios".
famoso periodista especializado en temas
alimentarios que ha desarrollado su tesis de que Wall Street ha
condenado al hambre a millones de personas con su ciega búsqueda de
beneficios especulando con alimentos básicos (“La burbuja alimentaria” publicada por la revista Harper’s) .
Kaufman explica en ese reportaje un elemento clave en la evolución de los mercados de futuro, y
consecuentemente en los precios finales de los alimentos: la llegada de
los fondos de inversión a estos territorios. «La historia de la
alimentación tomó un giro siniestro en 1991. Ese año Goldman Sachs
decidió que el pan nuestro de cada día podría suponer una excelente
inversión. Con su acostumbrado cuidado y precisión, los analistas de
Goldman se dedicaron a transformar los alimentos en concepto.
Seleccionaron ocho productos primarios mercantilizables y elaboraron un
elixir financiero que incluía ganado, café, cacao, maíz, porcino y una o
dos variedades de trigo... que a partir de entonces se conoció como
Índice de Materias Primas de Goldman Sachs. Desde la innovación de
Goldman, miles de millones de nuevos dólares han aplastado el suministro
y la demanda reales de trigo».
Un banco de inversiones (rescatado con fondos públicos), al que luego se
sumaron otros (Citigroup, Bank of America, Deutsche Bank) maneja los
hilos de un derecho humano. Provocaron la crisis alimentaria de 2007 y
2008, con la terrible consecuencia de aumentar en 250 millones el número
de personas que pasan hambre. Y ahora, de nuevo, están agazapados
inflando la burbuja.
Los precios de muchas materias agrícolas (todas las que entran en
el mercado global) se determinan por las
interacciones entre la oferta y la demanda en las Bolsas más importantes
del mundo. Si bien no se
intercambian sacos de trigo o patatas, sí se negocian contratos de
compraventa en los que se especifican cantidades y plazos de entrega.
Un mercado invisible de futuros impredecibles.
Hasta hace varias décadas este modelo se encontraba
compensado por unconjunto de políticas regulatorias que buscaban
estabilidad en los precios de los alimentos. En el comercio
internacional los aranceles protegían las economías nacionales. En el
comercio interno se contaba con servicios de almacenamiento público de
grano, precios de referencia y cuotas de producción, como mecanismos
para hacer más equilibrados los mercados. Pero, a partir de los años 90,
las políticas neoliberales se diseñan para eliminar cualquier medida
regulatoria. Se entablan las primeras negociaciones que llevarán a la
formación de la Organización Mundial del Comercio, las primeras reformas
de la Política Agraria Común, los primeros Tratados de Libre Comercio,
etc. En su ecuación, el precio de los alimentos lo marcará desde
entonces, indiscriminadamente, el mercado de futuros.
Estos mercados llevan asociada una figura, los especuladores, porque de
eso se trata, de regatear con el porvenir. De comprar y esperar el mejor
momento para vender; y está claro que no aguardan frente a la ventana
esperando ver si llueve mucho o poco, si hiela o no. ¿Podemos generar
dudas sobre las próximas cosechas, se preguntan, rascándose la barbilla?
Si las noticias dicen, por ejemplo, que en Rusia hay mucha sequía… que
corra la pólvora mediática, que el incendio nos favorecerá.
Al hilo de esto, podemos encontrar que
las multinacionales alimentarias se han convertido en auténticos
gigantes, a menudo desconocidos. Me he puesto a buscar un poco más de
información y he dado con numerosos enlaces y textos, quiero resaltar
este:
<<Cargill es una de las cuatro compañías que controlan el 70 por ciento del comercio mundial de comida. Mientras el mundo se enfrenta a la mayor crisis alimentaria en décadas, ellos hacen caja ‘leyendo los mercados’… Así funciona.
Usted no lo sabe, pero la tostada de su desayuno es una mercancía más valiosa que el petróleo. La harina con la que está hecha tiene nombre: Cargill. ¿Le suena? Pues también se llaman Cargill la grasa de la mantequilla que unta su tostada y la glucosa de la mermelada que la endulza. Cargill es el pienso que engordó a la vaca lechera y a la gallina que puso los huevos que se fríen en la sartén. Cargill es el grano de café y la semilla de cacao; la fibra de las galletas y la bebida de soja. ¿El endulzante del refresco, la carne de la hamburguesa, la sémola de los fideos? Cargill. Y el maíz de los nachos, el girasol del aceite, el fosfato de los fertilizantes… ¿Y qué me dice del biocombustible de su coche, ese almidón que las petroleras han refinado para convertirlo en etanol y mezclarlo con gasolina? Adivine.
No, no busque marca o etiquetas; no las encontrará. Cargill ha pasado de puntillas por la historia. ¿Cómo puede ser que una empresa fundada en 1865, con 131.000 empleados repartidos en 67 países, con unas ventas anuales de 120.000 millones de dólares que cuadruplican la facturación de Coca-Cola y quintuplican la de McDonald’s, sea tan desconocida? ¿Cómo se explica que una compañía tan gigantesca que sus cuentas superan la economía de Kuwait, Perú y otros 80 países haya pasado tan inadvertida hasta ahora?>> "Las multinacionales y la burbuja alimentaria" (publicado en el XL Semanal número 1219 del 06 de marzo de 2011 por Carlos Manuel Sánchez)
Bien, lo que me queda claro de este tema
es lo mismo de siempre: "cuatro" inversores, "cuatro" empresas, que ven
negocio donde sea, que sacan beneficios del hambre y la miseria de unos
pocos, de las necesidades de todos, que pisotean los derechos con la
colaboración, la complicidad y el silencio de muchos políticos, de
muchas autoridades que podrían impedirlo.
Y luego el criminal es Gordillo por
atracar un mercadona... una vez más es más sencillo dirigir a la
población hacia otros objetivos, no hacia los verdaderos criminales.
Porque somos seres viscerales y la crisis nos agrava esta faceta, en
lugar de razonar un poco y relativizar los temas. Una lástima.
Os pongo una serie de enlaces a páginas que tratan este tema, aunque la información y opiniones en internet son amplísimas.
"Cómo creó Goldman Sachs la crisis alimentaria". (artículo de Frederick Kaufman)
Da bastante miedo pensar en todos estos
temas: alimentos genéticamente manipulados, componentes añadidos
cancerígenos, manipulación de alimentos para bebés... ¿cómo podemos
estar tranquilos si tenemos la sensación de que hacen de alimentarnos un
negocio y de envenenarnos una inversión?
Lo cierto es que cada día más, esto me
parece todo un expediente X...y cada día más tengo claro que la solución
pasa por dar una patada a las multinacionales y volver al desarrollo
sostenible que se practicaba toda la vida, que eso no es ningún invento
moderno, sino que es como se vivió siempre en los pueblos.
Soy la primera que debo aprender a ver
la realidad para cambiarla: soy adicta a la coca cola y no a la lechuga (por algo
será), a menudo la comida entra por los ojos y por la marca, que me
he comprado el "milka philadelphia" porque cada vez que veía el anuncio me
apetecía... es decir, que soy consciente de que soy una víctima más del
consumismo, que debo aprender a ser más crítica y mandar a paseo los
cánticos de sirena de las multinacionales, que con sus suculentas
ofertas, fotos y olores (manipulados) nos están convirtiendo en una
sociedad con cada vez más sobrepeso. ¿Y realmente creéis que es
casualidad? Estoy deseando saber quién es la mayor distribuidora mundial
de productos anti colesterol... y quiénes son sus accionistas.
¡Salud!
https://www.facebook.com/pages/Consumir-responsablemente-es-cosa-de-todos/264026686957766
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