jueves, 3 de octubre de 2013

El mayor problema de la humanidad

Muchas veces me paro a pensar sobre cuál me parece que es el gran problema de la humanidad. Y no lo tengo claro. ¿Dejadez? ¿Pasotismo?¿Falta de empatía?¿Egoísmo? Supongo que en el fondo, será una mezcla de todas estas cosas.

Generalmente vamos por la vida preocupándonos únicamente de aquello que nos afecta. Nuestros problemas nos parecen siempre los más graves (aunque nadie se atreva a confesarlo abiertamente). Nos solidarizamos mentalmente con muchas causas, más somos incapaces de movilizarnos por ellas, salvo que nos afecten directamente. Por supuesto, siempre hay excepciones.

No solemos aceptar bien las críticas. Somos bastante prepotentes en ese sentido. Y no nos molestamos en ocultarlo, claro. Existen muchas personas que son incapaces de escuchar los razonamientos de alguien que no piensa como ellos, de abrir sus ojos a la realidad, o de hacer autocrítica, pensando que tal vez se hayan equivocado en algunas cosas. Lo normal es tildar de excéntrico o de radical a toda persona que no actúa movida por lo que marca el conjunto, sino por su propia moral. No importa que no sepas de lo que estás hablando, no importa que no hayas escuchado sus motivos: es radical. 
En general, somos bastante imbéciles, la verdad.

Lo que creo que más me aterra de nuestra esencia, es la facilidad con la que despreciamos. Según escalas evolutivas que nosotros mismos hemos inventado, somos la ostia. Según dioses de varias religiones, que nosotros mismos hemos inventado, somos los reyes del mambo. Dios nos creó a su imagen y semejanza, nos inventó un mundo sólo para nosotros y bla, bla, bla. Aún soy incapaz de entender cómo hay personas que pueden seguir creyendo y defendiendo semejantes cosas.
Nos creemos mucho y en el fondo no somos nada. Creemos que somos la mejor de las especies por nuestra evolución, y en realidad no conocemos a la mayoría del resto de especies. Eso sí, despreciando somos unos campeones. Para ello hemos creado una sociedad, todo un mundo, antropocentristas.

Pienso a menudo cómo se sentirán esos españoles que en su día despreciaron a los inmigrantes y hoy hayan tenido que emigrar y en sus nuevos países hayan sentido el rechazo de los nativos, sólo por no haber nacido allí. 

Despreciamos por motivos estéticos, por motivos de religión, de nacionalidad, de ideales, de raza, de especie. Despreciamos por nuestra propia ignorancia: nos reímos y consideramos inferior tantas cosas que no conocemos...

Cuanto más reflexiono sobre los humanos, más pienso que somos absurdos. 

Nos creemos la mejor de las especies, nos sentimos orgullosos de lo que hemos construido, de nuestros avances. Y estamos destruyendo el planeta a velocidad de vértigo. Quién sabe qué pasará dentro de 50 años. Cambio climático, guerra por el petróleo, crisis económicas. Quién sabe cuánto podremos sobrevivir.

Lo peor de todo, es que en general lo que hemos construido ni siquiera nos satisface. Necesitamos constantemente distracciones, diversiones, buscar satisfacciones banales y egocéntricas. Pienso que por no pararnos a reflexionar. Si de tantas y tantas personas como somos en este planeta, la mayoría nos parásemos a reflexionar sobre todo el sistema sobre el que construimos nuestro futuro, y llegásemos a la conclusión de que no vamos a ningún lado, otro gallo cantaría. La gente intentaría cambiar las cosas y entonces, quizás a los que pretenden gobernar el mundo se les presentaría un problema. Por ello, es mejor bombardearnos con ideas vacías en el fondo.

El Éxito con mayúsculas se considera un éxito, pero ¿qué consideramos realmente que es el éxito?  , es el Cumplir con un objetivo que debemos perseguir. "Realizarte como persona". "Aspirar a más". "Demostrarte de qué eres capaz". Sin embargo, todas esas metas con la que nos bombardean continuamente, ¿hasta qué punto no son más que meras distracciones?

Con una humanidad cada vez menos preocupada de los problemas que nos atañen como sociedad; con una sociedad que nunca tuvo tan fácil el acceso a la información y, sin embargo, prefiere mirar para otro lado mayoritariamente; con un futuro lleno de tecnologías pero vacío de valores ¿qué podemos esperar?

La peor de las crisis que hay en esta especie nuestra, es la crisis moral en la que estamos sumergidos y a la que la mayoría no quiere enfrentarse. Pero todos, todos, tenemos nuestra parte de culpa.

2 comentarios:

  1. Hola, me ha parecido muy interesante tu articulo de opinión, por favor dime cual es tu twitter para seguirte por alli...

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    1. Hola!! Mi twitter es "pavi___" ( son tres guiones bajos).
      Tmbién tengo página en facebook, con el nombre " El mundo me parece un expediente x"

      Gracias por tu interés!

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